5 características del proceso de orientación
Se utilizan técnicas e instrumentos de evaluación adecuados. Es un proceso ético que respeta la autonomía y la confidencialidad del orientado. Facilita el acceso a recursos y herramientas útiles para la toma de decisiones. Impulsa el crecimiento personal y profesional continuo.
Se realiza un seguimiento continuo para asegurar el cumplimiento de los objetivos. Reduce el riesgo de errores y frustraciones. Le brinda herramientas para tomar decisiones informadas y asumir la responsabilidad de su vida.
Le ayuda a desarrollar sus habilidades y talentos al máximo. La orientación es un proceso integral que aborda diferentes dimensiones de la persona. Finalmente, facilita la transición hacia metas personales y profesionales realistas. Busca el equilibrio entre las diferentes áreas de la vida del individuo.
Considera aspectos académicos, profesionales, personales y sociales. Es un proceso continuo que acompaña al individuo a lo largo de su vida. Su objetivo principal es empoderar a la persona para que tome las riendas de su destino.
La orientación es un proceso planificado que sigue una metodología rigurosa. Se mantiene actualizada para ofrecer una orientación relevante y eficaz. Considera las tendencias del mercado laboral y las nuevas oportunidades profesionales. Es un proceso participativo que requiere la colaboración activa del orientado.
La orientación es personalizada, considerando las características únicas de cada persona. Analiza sus intereses, aptitudes, valores y circunstancias individuales. El orientador actúa como un facilitador, guiando y apoyando al individuo. Proporciona datos relevantes sobre las opciones disponibles en el ámbito educativo y laboral.
Le impulsa a alcanzar sus metas y sueños.