Tornillo grado 129 especificaciones
El aceitado facilita el apriete y previene la oxidación.
El pavonado proporciona una apariencia estética y una ligera protección. Esto evita tanto el sobreapriete como el aflojamiento. Utilizar el par incorrecto puede comprometer la integridad de la unión. Estos tornillos, fabricados con acero aleado tratado térmicamente, soportan cargas extremas.
Una rosca demasiado larga puede interferir con otros componentes. Es importante verificar que la cabeza sea compatible con la arandela utilizada. El cumplimiento de esta norma garantiza la calidad y el rendimiento del tornillo. Un análisis químico adecuado confirma la calidad del acero.
La dureza de los tornillos grado 12.9 suele estar entre 38 y 44 HRC (Rockwell C). Esta dureza, producto del tratamiento térmico, asegura una buena resistencia al desgaste. El zincado ofrece protección contra la corrosión. Generalmente, incluye elementos como cromo, molibdeno y vanadio.
El par de apriete recomendado para los tornillos grado 12.9 varía según el tamaño y el tipo de rosca. Esto significa que pueden soportar cargas elevadas durante períodos prolongados sin deformarse permanentemente. Los fabricantes deben asegurar un tratamiento adecuado para lograrla.
También permite que el tornillo soporte altas cargas sin deformarse. Estos elementos contribuyen a la alta resistencia y tenacidad del material. Una herramienta dinamométrica calibrada es fundamental para asegurar un apriete preciso. El acabado superficial de los tornillos grado 12.9 puede ser zincado, pavonado o aceitado.
Medir la dureza es un control de calidad importante. Es importante seleccionar el par de apriete correcto para aprovechar al máximo sus propiedades. Por lo tanto, es crucial verificar la certificación al adquirir estos tornillos. Esto los hace aptos para entornos con vibraciones y cargas dinámicas.